¿Cómo puedo ayudar a mi hijo durante el divorcio?
Publicado el: 5 marzo, 2023
Autor: Maria Teresa Agudelo Constante – Pediatra
Cuando los padres están en un proceso de separación, se vive una tormenta de emociones y preocupaciones que pueden hacer olvidar que los niños también están siendo afectados por esta situación. Debes saber que ellos perciben los estados de ánimo como la tristeza o la angustia que se puede estar viviendo en ese momento; como también perciben los cambios en sus rutinas diarias o la ausencia de uno de los padres.
En esta situación es importante dialogar con ellos, idealmente con ambos padres presentes. La explicación debe ser acorde con la edad del niño, siempre recalcando el amor incondicional que le tienen, y que van a estar ahí para cuidarlo y protegerlo.
No olvidar que como padres deben priorizar el bienestar de los hijos, llegando a acuerdos que les permitan sentirse amados y seguros.
¿QUÉ REACCIONES PUEDO ESPERAR DE MI HIJO?
La respuesta más habitual es la tristeza y el llanto, pero también pueden expresar enojo o enfado. Se pueden presentar síntomas inespecíficos como dolor abdominal, dolor de cabeza, alteraciones en el ciclo del sueño, en la alimentación, en el rendimiento escolar y en el comportamiento.
Además, el niño puede tornarse irritable, exteriorizando sus sentimientos mediante frases como “tú ya no me quieres, eres malo conmigo”; “me quiero morir”, “no te quiero”, etc. En los más pequeños se puede observar retrocesos en sus logros como volver a usar pañales o querer dormir con los padres.
Siempre es importante escucharlos. Decirles cuánto los aman y quitarles la idea de la pérdida del cariño de sus padres.
¿CÓMO PODEMOS AYUDARLOS?
Como padres se debe anteponer el bienestar de los hijos; regular las emociones y tratar de llegar a acuerdos que permitan que el niño tenga una adecuada adaptación a esta nueva situación. Algunas recomendaciones para ayudarlos son:
- Mantener los amigos y las rutinas (mismo colegio, horarios, actividades, etc.).
- Tratar de conservar los vínculos afectivos con abuelos, primos, tíos, de ambas partes.
- El niño debe tener un espacio propio tanto en su casa como en la nueva casa del progenitor que se ha marchado.
- En lo posible, seguir tomando decisiones de la crianza del niño en conjunto (tiempo de televisión, castigos o compras). Tratar de no manifestar desacuerdos de pareja delante del menor.
- No predisponer al niño(a) en contra del otro padre. Recuerda que tanto el papá como la mamá son importantes en su desarrollo emocional.
- Eviten compensar el estrés que está pasando el niño con regalos o siendo muy permisivos. No entres en el juego afectivo del niño con actitudes o frases como: “mamá / papá sí me lo compra y tú no me lo compras porque me quieres menos”.
- Los desacuerdos deben hablarse entre adultos sin estar el niño presente.
- No utilizar a tu hijo como medio de chantaje emocional que puede terminar en grandes discusiones, esto puede afectar el desarrollo afectivo y emocional del niño.
Recuerda: el bienestar, amor y seguridad de los hijos deben ser siempre prioridad.
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