Mi amigo imaginario

Un amigo imaginario es un personaje invisible, nombrado y referido en conversaciones con otras personas, con el cual el niño juega directamente, tiene un aire de realidad para él, pero no tiene, aparentemente ninguna base objetiva.

Algunos padres se pueden preocupar pensando que su hijo está teniendo alucinaciones, pero la gran diferencia se presenta en la capacidad que tienen los niños de crear los amigos imaginarios y darles la función que desean, siempre bajo su control, siendo estos parte del desarrollo normal de la fantasía y la imaginación infantil. Sin embargo, cabe mencionar que esta situación no se presenta en todos los niños.

Estos personajes suelen aparecer en una etapa del desarrollo que está marcada por la representación y el simbolismo que inicia a partir de los 2 años y finaliza hacia los 7 años de edad. El juego simbólico significa la capacidad que tiene el niño de realizar representaciones mentales y jugar con ellas, como por ejemplo tomar un teléfono e imitar que habla con alguien.

Como padres pueden llegar a preguntarse cómo actuar ante la presencia del amigo imaginario de su hijo, lo cual es usual, ya que estamos enfrentados ante algo que no estamos viendo. Sin embargo, debes tener en cuenta que esto hace parte de una etapa normal, donde lo importante es que observe feliz a su hijo jugando con él.

Ante esta situación, no es recomendable castigar o ignorar la existencia del amigo imaginario, el tema debe tratarse con respeto y escuchar; puesto que en ocasiones puede representar una proyección de los miedos de nuestros hijos o también, una manera de conectarse con el mundo y comunicarse contigo.

Se considera que el niño que cree en su fantasía, un “amigo imaginario” tiene mayor capacidad de comprender las emociones y las creencias de los demás (empatía). Además, facilita su interacción social y desarrolla su lenguaje interior, lo que le favorece para el desarrollo de sus capacidades lingüísticas y narrativas.