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Asma bronquial en niños


Por: Clara Lucia Grizales Rodríguez, Neumóloga pediatra – Especialista en docencia para la educación superior.

El asma bronquial es la enfermedad pulmonar crónica más frecuente en la infancia, caracterizada por broncoconstricción (cierre de bronquios), edema (hinchazón) e hipersecreción de moco (aumento de salida de moco) a nivel de la vía respiratoria.

Se manifiesta clínicamente por tos en el día o en la noche, durante el ejercicio, la risa, el llanto, silbido o pitido en el pecho (sibilancias), dolor en el pecho (sobre todo en adolescentes) y dificultad respiratoria. En niños menores de 5 años su principal desencadenante son las infecciones virales (gripas) y en los niños mayores por algunos tipos de alimentos, ejercicio, obesidad, factores psicológicos, en especial el estrés.

Clasificación

Existen varias clasificaciones para el Asma Bronquial en la Infancia. Según las diferentes Guías mundiales. Las más empleadas en la actualidad son las de las Guías GINA (de la sigla en inglés de Iniciativa Global de Asma) y PRACTALL (consenso para diagnóstico y tratamiento del asma en niños y adolescentes).

Asma controlada

Se caracteriza de la siguiente manera

  • Síntomas de Día: Ninguno (tos diurna, silbido en el pecho, estridor (ronroneo de pecho))
  • Limitación en las Actividades: Ninguna
  • Síntomas Nocturnos: Ninguno (tos en la noche, silbido en el pecho, estridor)
  • Requerimientos de Medicamento Aliviador (salbutamol o albuterol): Ninguno
  • Exacerbaciones (crisis asmática): Ninguna

Asma parcialmente controlada o en proceso de control

Se define por lo siguiente:

  • Síntomas de Día: Más de dos por semana (tos diurna, silbido en el pecho, estridor)
  • Limitación en las Actividades: Cualquiera (ejercicio)
  • Síntomas Nocturnos: Cualquiera (tos nocturna, silbido en el pecho, estridor)
  • Requerimientos de Medicamento Aliviador (salbutamol o albuterol): Más de dos veces por semana
  • Exacerbaciones (crisis asmática): Una o más por año.

Asma no controlada

  • Síntomas de Día: Tres o más por semana (tos diurna, silbido en el pecho, estridor)
  • Limitación en las Actividades: Cualquiera (ejercicio)
  • Síntomas Nocturnos: Cualquiera (tos nocturna, silbido en el pecho, estridor)
  • Requerimientos de Medicamento Aliviador (salbutamol o albuterol): Más de tres veces por semana
  • Exacerbaciones (crisis asmáticas): Una cada semana

Diagnóstico

El diagnóstico correcto del asma se basa en la historia clínica del paciente (con el interrogatorio durante la consulta), en el examen físico, y en los estudios de laboratorio (incluyendo
Radiografías). No es por lo tanto difícil de realizar, pues es un diagnóstico predominantemente clínico, en el que los estudios de laboratorio sólo ayudan a corroborar. El diagnóstico se basa en la presencia de signos objetivos de obstrucción bronquial, básicamente por medio de la exploración física (signos de dificultad respiratoria, sibilancias o pitidos en el pecho).

Manifestaciones clínicas

Los síntomas más comunes son: tos, dificultad respiratoria, sibilancias (silbido de pecho), respiración corta y en niños mayores, opresión (dolor) torácica (en el pecho) y fatiga.

La tos es una manifestación muy importante en el paciente asmático, misma que se ha observado acompañada de dificultad respiratoria y/o sibilancias, o como manifestación única. Algunos factores desencadenantes son: La exposición a infecciones virales respiratorias, el ejercicio (cuando no hay un adecuado control del asma – sin significar que este sea malo), la exposición a solventes, la ingesta de medicamentos anti – inflamatorios no esteroideos (aspirina, ibuprofeno, etc.), obesidad o sobrepeso.

Cuando el paciente manifiesta asma leve en forma intermitente o en forma leve persistente, su manejo es relativamente sencillo, pero en caso de no atenderse médicamente en forma adecuada, ese mismo paciente puede pasar a tener un cuadro grave, al continuar exponiéndose a los factores de riesgo ya mencionados.

Afortunadamente, el cuadro clínico es modificable en la mayoría de los casos moderados persistentes y graves, con un tratamiento médico completo y oportuno. Mediante el

Apoyo de un especialista, estos pacientes pueden disminuir su sintomatología hasta lograr una calidad de vida mucho mejor de la que la tenían antes de iniciar el tratamiento.

Exacerbaciones o crisis asmáticas

La Crisis Asmática, se puede definir como un episodio agudo de obstrucción de la salida de aire (flujo aéreo) que se expresa como sensación de pecho apretado, aumento de la intensidad de la tos, presencia de silbido o pitido en el pecho y taquipnea (aumento en la frecuencia respiratoria),

generalmente durante episodios de gripe o posterior a ejercicio. En determinadas crisis puede existir deterioro progresivo en horas o días y en algunos casos en pocos minutos. La crisis se clasifica en leve, moderada o severa según criterios clínicos.

El diagnóstico de Asma, como ya se dijo, es eminentemente clínico y los estudios más que nada nos ayudan a hacer diagnósticos diferenciales (es decir buscar enfermedades que se parecen a asma).

Tratamiento

Selección de los medicamentos:

Existen dos grupos de medicamentos que ayudan a controlar el asma:

Medicamentos de acción rápida (broncodilatadores de acción corta) que trabajan rápido para detener los ataques ó aliviar los síntomas, y Medicamentos preventivos de largo plazo (en especial los agentes anti – inflamatorios) que previenen el inicio de los síntomas y las crisis agudas.

Se prefiere el uso de medicamentos inhalados (Inhaladores), debido a su alta eficacia terapéutica (llega directamente a los bronquios con menos efectos en otros órganos del cuerpo).

Existen muchos mitos con respecto al uso de inhaladores que no son ciertos, como que “crecen el corazón”, “envician”, “acostumbran”, “se vuelven adictos”, entre otros. Estos mitos surgen del desconocimiento del medicamento y del uso inadecuado de los mismos.

Es importante tener en cuenta que son medicamentos seguros siempre y cuando se utilicen de manera adecuada y a las dosis establecidas, por eso debe consultar con su médico para aclarar estas dudas. La adecuada adherencia al manejo instaurado por su médico, reduce el riesgo de crisis asmáticas, consultas a urgencias, hospitalizaciones e incluso ingresos a unidad de cuidados intensivos.

Cuidados del niño con asma

  1. El objetivo del tratamiento en los pacientes, es que estos puedan tener una vida normal (jugar, nadar, comer helado, tomar bebidas frías, caminar descalzos, entre otros).
  2. Los cambios bruscos de temperatura son exacerbantes, por lo tanto evite pasar de frío a calor y de calor a frío rápidamente. (Si va a ingresar a un sitio con aire acondicionado, espere unos

minutos antes de ingresar e igualmente antes de salir para que se logre adaptar al cambio de temperatura).

  1. No hay problema con los ventiladores ni aires acondicionados siempre y cuando tengan higiene adecuada.
  2. Evite la comida chatarra (Jugos industrializados, paquetes de comida industrializada, embutidos, etc.) pues estos son favorecedores de reflujo gastroesofágico (la comida se regresa del estómago) el cual “quema” esófago y dependiendo del grado de intensidad de este, puede irse hacia la vía

Respiratoria, haciendo que se produzca moco y tos.

  1. Realice un deporte con frecuencia, la obesidad y el sobrepeso empeora el asma (hinchazón crónica) y hacen que sea de difícil control (no responde tan fácilmente a tratamiento). Uno de los más recomendados es la natación pues mejora la capacidad del pulmón – tenga en cuenta que no debe realizarla mientras esté con gripe (mocos y tos) pues podría complicarse.
  1. No se contraindican las mascotas (perro y gatos) si estos estaban antes de que el niño llegara al hogar. Trate de no cepillarlos frente al niño.
  2. Evite completamente el contacto con fumadores. Los tóxicos del cigarrillo (tabaco, marihuana, etc.) siguen siendo exhalados por las personas al respirar (así se fume lejos del menor) – existen grupos de apoyo para abandonarlo, pregúntele a su médico.
  3. Vacunar anualmente contra virus de influenza para disminuir riesgos de crisis asmáticas y contra Neumococo para evitar neumonías, otitis y sinusitis.

Si su hijo presenta tos con el llanto, tos con el ejercicio, tos con la risa, durante el día o la noche sin tener “gripe”, consulte con un especialista.