¿Por qué es bueno que los niños digan “no”?
Publicado el: 2 marzo, 2018
Entre los 18 meses y los dos años de edad, nuestros hijos comienzan a decir “no”. Esta fase puede ser agobiante y estresante para nosotros, los padres. Esta etapa de oposición es un paso importante en el desarrollo de nuestro bebé. ¿Cuándo aceptar la negativa y cuándo no?
Negar con la cabeza es el antecesor de la palabra “no”. Cuando un bebé hace este gesto, es un avance significativo ya que por primera vez siente que es un ser autónomo y no una unidad con mamá. Esta fase se puede notar más cuando le queremos dar de comer o cambiar los pañales. En el momento que los niños comienzan a decir “no” desconocen exactamente su significado. Sin embargo, lo repiten para ver cual es la reacción que genera en mamá y papá. Poco a poco empiezan a entender que se puede utilizar para distintas situaciones.
Respetar su voluntad en las pequeñas cosas fortalece su carácter y reafirma la personalidad del niño. En algunas ocasiones los padres podemos acceder a estas manifestaciones de independencia, como por ejemplo cuando quieren ponerse otra ropa, escuchar una canción diferente o comer otro alimento. Sin embargo, los hijos esperan que nosotros sigamos tomando las riendas en asuntos importantes. En caso de tener que asearlo debemos imponernos y hacerle notar que no hay otra alternativa a ser cambiado en ese momento.
Este proceso es sin duda otra de las pruebas que nos presenta nuestra paternidad. Los niños experimentan el mundo que los rodea y realizan un reconocimiento de los limites. En este caso como en muchos otros la palabra clave es el “equilibrio”.
Mamis y papis, la etapa del “no” requiere mucha paciencia, ¡no se angustien!