La otitis en los niños

Por: Dra. Sandra Concha

La otitis es una infección de la parte media del oído que afecta a los bebés y los niños pequeños entre los 6 meses y 3 años de edad (siendo más frecuente en niños menores de 2 años por la inmadurez de su sistema inmune), usualmente se acompaña de un resfriado, aparece en forma súbita, es más frecuente en temporada de invierno y disminuye en el verano. Casi la mitad de los niños padece alguna infección durante su primer año de vida.

La otitis constituye una de las principales infecciones en la edad pediátrica y representa una proporción importante como causa de consulta en atención primaria en todo el mundo. El mayor riesgo de complicaciones la presentan los niños menores de 2 años, sin embargo debe hacerse un monitoreo adecuado en niños mayores de 2 años si la otitis es recurrente.

Hay factores que aumentan el riesgo de otitis como ir a la guardería, exposición al humo, enfermedades respiratorias, alergias, esquemas de vacunación incompletos, historia familiar de otitis media recurrente, niños nacidos prematuros, alimentación con biberón, uso de chupete y no haber recibido leche materna. Puede ser causada por virus hasta en un 41% de los casos o por bacterias; los microorganismos identificados con mayor frecuencia son: el Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Moraxella catharralis.

Los síntomas de la enfermedad a menudo pueden ser inespecíficos, frecuentemente incluyen fiebre, dolor, irritabilidad y dificultad para dormir (usualmente el niño ha sufrido por varios días un cuadro gripal). Es más difícil detectar los síntomas en los bebés, se observa un cambio en el humor, el apetito y el sueño. La infección del oído medio produce una acumulación de pus y fluidos que presiona sobre el tímpano, ocasionando dolor. Un inadecuado diagnóstico y tratamiento puede ocasionar pérdida auditiva y ruptura timpánica.

El diagnóstico médico se realiza mediante la exploración del oído realizada por un especialista.

El tratamiento de la otitis depende de dos factores, el primero es la identificación del tipo de otitis y el segundo es la edad del niño(a). Hasta hace poco, los antibióticos eran el medicamento de elección para el manejo de la otitis, ahora los pediatras los prescriben en algunos casos. La mayoría de las otitis remiten a las 48 o 72 horas de haberse manifestado, es de vital importancia el adecuado manejo del dolor con analgésico para disminuir las molestias.

Para tener en cuenta:

• En los menores de 6 meses de edad usualmente se usan antibióticos.
• De 6 meses a 2 años de edad: el uso de antibiótico dependerá del estado del niño, la fiebre y la asistencia a guardería. Si va a guardería se aumenta el riesgo de que la otitis sea causada por una bacteria.
• Mayores de 2 años de edad: si el niño tiene mucha fiebre y un mal estado general, probablemente el médico prescribirá antibióticos desde el principio, en caso contrario puede esperarse 48 horas, porque es probable que la otitis mejore.

¿Cómo se puede prevenir la otitis?

Se recomienda el uso de gorro o tapones para nadar, evite la humedad del oído, no realice una limpieza enérgica ni abuse de los copitos. Para lavar el oído del bebé durante el baño, en días alternos, se debe inclinar la cabeza del pequeño para permitir que el agua entre en el oído y suavice el cerumen. Esto evita la acumulación de cera y el taponamiento del oído, sin tener que aplastar o empujar la cera hasta el interior del mismo.

Existen dos buenos consejos:

• La lactancia materna, al menos durante los primeros tres meses de vida retrasa la aparición de otitis.
• Expulse adecuadamente los mocos de su niño(a).

El tratamiento adecuado de la otitis incluye: antibióticos (en caso de ser necesarios y deben ser prescritos por su pediatra), analgésicos, antihistamínicos o descongestionantes y solo en casos extremos se recurre a procedimientos quirúrgicos. Es importante realizar una revisión auditiva después de haber mejorado la otitis, con el fin de comprobar su remisión completa. Si la otitis se maneja adecuadamente, es una enfermedad que aunque muy dolorosa se cura sin dejar secuelas.

¿Cómo cuidar los oídos de tu bebé?

No es necesario limpiar los oídos de tu bebé, la cera que se forma en esta cavidad tiene la función de proteger el canal externo contra elementos extraños como el polvo, la humedad y las bacterias, por esta razón no se les puede quitar. Lo único que se puede limpiar es la parte externa, de una manera cuidadosa y durante el baño. La consistencia de esta cera es fina y de color amarillento; si varía su color y textura se debe acudir al pediatra.

¡Más vale prevenir!

• Evite que los niños naden en aguas poco saludables. Las aguas contaminadas propician la aparición de gérmenes que ocasionan infecciones en el oído.
• Pídele a tus hijos que se zambullan despacio en la playa o en la piscina, sobre todo si son aguas profundas. Una zambullida precipitada puede provocar la entrada brusca de agua en los oídos y la consiguiente aparición de infecciones.
• Una vez los niños salgan del agua o de la ducha hay que secar bien los oídos con la punta de la toalla, evitando la humedad.
• No se debe usar bastoncillos o elementos punzantes para retirar la cera y limpiar el oído, ya que se puede obstruir el canal auditivo empeorando el taponamiento.
• Protege tus oídos con tapones, estos disminuyen el nivel de humedad provocado por el contacto con el agua.
• Evita la exposición prolongada a ruidos fuertes y a corta distancia.
• Si viajas en carro muchas horas o en avión, se les puede ofrecer un chicle para masticar durante el camino y durante el aterrizaje para que se anule el efecto del cambio de presión.