¿Es adecuada la forma de hablar de mi hijo?

Autor: Dra. Adriana Álvarez Fonoaudióloga de la Fundación Valle del Lili

El lenguaje está compuesto por diferentes niveles que se tienen en cuenta desde el nacimiento de los niños. Estos son:

• Fonético-fonológico: se refiere a la producción de los sonidos propios de un idioma y la organización de estos dentro de la palabra.
• El semántico: encargado del significado, el sentido y la interpretación de lo que nos rodea.
• Morfosintáctico: tiene que ver con la formación de las palabras y las reglas de combinación de estas.
• El pragmático: que abarca el uso social del lenguaje.

En esta lectura, nos centraremos en el desarrollo del nivel fonético-fonológico del lenguaje, el cual se encarga de la producción adecuada de fonemas (sonidos de las letras), en nuestro caso del español.

La percepción de los sonidos del habla inicia desde la gestación, pues a partir de la semana 28 el bebé empieza a “escuchar” los estímulos externos, como ruidos del entorno, música y habla. En las primeras semanas de vida, se evidencia preferencia por el habla de las personas a su alrededor, en comparación a otros estímulos auditivos. A partir de los 6 meses de edad, logra discriminar todos los fonemas de cualquier idioma; esta capacidad se va perdiendo si el niño no se encuentra expuesto a diferentes idiomas que le permitan seguir especializando y creando “huellas” en su memoria.

En la etapa de recién nacido podemos identificar la producción de algunos sonidos, principalmente el llanto. Entre los 2 – 4 meses de edad, encontraremos gorgojeos (sonidos “con la garganta”) y sonidos vocálicos como /aa/ /oo/; alrededor de los 6 meses, se presenta el balbuceo que lo podemos identificar como repeticiones de vocales y consonantes sin un orden, como /a bu a go a a/; a los 9 meses, podemos encontrar el laleo, que es la repetición de sílabas como /ma ma ma/ /te te te/; alrededor de los 12 meses, logran la producción de las primeras palabras haciendo uso de fonemas /b/, /m/, /p/, /t/, como /mama/ /papa/ /tete/; desde el año hasta los 3 años de edad, ganan la producción de fonemas /n/, /ñ/, /l/, /d/, /f/, todas las vocales; de los 3-4 años, logran los fonemas /s/, /k/, /g/, /ch/; de 4-5 años, se van adquiriendo los fonemas faltantes como /r/, /rr/ y combinaciones /bl/, /pl/, /cl/, /fl/, /gl/, /br/, /dr/, /pl/, /cl/, /fl/, /gl/.

Debemos tener en cuenta que este desarrollo no se da de forma estricta en este orden, por lo cual, siempre es importante consultar con el especialista si se tienen dudas de la adecuada pronunciación del niño.

Para la estimulación del lenguaje y la pronunciación en casa, se debe conocer que estos no se desarrollan por sí solos, el niño aprende a hablar interactuando con su entorno social cercano (padres, hermanos, abuelos, tíos, primos, compañeros de jardín/colegio, maestros); debemos promover un ambiente estimulante y motivador para el niño, teniendo en cuenta que el juego es la actividad principal y esencial en los primeros años de vida.

De forma más específica, para la estimulación de una adecuada pronunciación, se le puede pedir al niño que:

• Al pronunciar las letras /m/, /p/, b/, debe juntar los labios.
• Al pronunciar las letras /g/, /j/, /k/ (c, k, q), debe tener la boca abierta y tratar de pronunciarlas con “la garganta”.
• Al pronunciar la letra /l/, debe llevar la punta de la lengua al paladar.
• Al pronunciar la letra /s/, debe hacer como una sonrisa, sin dejar que salga la lengua por en medio de los dientes.
• Al pronunciar las letras /r/ y /rr/, debe llevar la punta de la lengua al paladar e intentar que esta “se mueva”.