Retinoblastoma (Tumores oculares)
Publicado el: 12 agosto, 2019
Retinoblastoma
La retina es la capa interna del ojo que capta y envía las imágenes que vemos a nuestro cerebro. El retinoblastoma es un tipo de tumor (masa de células) que afecta la retina, comprometiendo la visión y en casos avanzados puede extenderse a otras partes del cuerpo.
Este tipo de cáncer, se puede presentar a cualquier edad, pero en la mayoría de los casos afecta a niños menores de 2 años. Puede aparecer en uno o en ambos ojos y puede comprometer la vida cuando el tumor progresa. La buena noticia es que si este tumor es detectado y tratado a tiempo, puede haber curación en casi el 100% de los casos.
¿Cuáles son los signos y síntomas?
Debido a que el retinoblastoma afecta con más frecuencia a bebés y niños pequeños, la manifestación por parte de ellos es poco frecuente. Generalmente los síntomas son:
– Pupila de color blanco turbio (leucocoria): Al iluminar con una luz potente la pupila y se puede ver que está de color blanco plateado o amarillo. Este síntoma suelen identificarlo la madre, algún familiar cuando toman fotos con flash, y el pediatra durante el control de crecimiento y desarrollo.
– Un ojo que parece mirar en dirección diferente al otro (estrabismo).
– Enrojecimiento en el ojo.
– Aumento del tamaño de ojo.
– En ocasiones el tumor se encuentra en un estado muy avanzado y los padres consultan porque observan que el ojo del niño protruye (sale) hacia adelante (Proptosis); o consultan por indicios de afectación cerebral como somnolencia, dolor de cabeza e irritabilidad del niño.
¿Qué lo produce?
La mayoría de los casos de retinoblastoma se deben a una mutación genética (un cambio en un gen).tipo hereditario, pero también los hay sin una causa aparente.
¿Se puede prevenir y detectar a tiempo?
Aunque no hay una forma comprobada de prevenir la enfermedad, una primera revisión ocular en el recién nacido es importante para excluir posibles enfermedades que si bien son poco frecuentes, no dejan de ser importantes, como el retinoblastoma, cataratas y otras enfermedades.
La primera revisión consiste en realizar una inspección ocular externa y hacer un análisis del “reflejo rojo” retiniano mediante el oftalmoscopio. Si se identifica la pérdida de este reflejo rojo y la presencia de la pupila de color blanco turbio, puede haber sospecha de una lesión intraocular.
Si hay antecedentes familiares de retinoblastoma (padre, madre o hermano) el bebé deberá someterse a una exploración ocular poco después de nacer para saber si presenta un tumor que al ser tratado tempranamente, se podrán lograr los mejores resultados.
Escrito por: Dr. Rodrigo Alberto Polanía. Oftalmólogo de la Fundación Valle del Lili.