Cómo identificar los primeros brotes de crecimiento

Reconocer las diferentes etapas de nuestros niños puede ser un arduo trabajo en algunos momentos. Juntos develaremos algunas dudas sobre estas fases de nuestros pequeños. Una vez nacidos y luego de lograr un agarre correcto del seno, el bebé suele comer en ciclos bastante regulares. Sin embargo, aproximadamente a las tres semanas de haber nacido el pequeño, la mamá se encuentra con que éste aumenta la demanda, le cuesta dormir y se encuentra incómodo. El niño puede llegar a lactar cada treinta minutos y llorar desesperadamente cuando suelta el pecho.

La razón por la cual sucede esto es porque el bebé se encuentra en pleno crecimiento y necesita aumentar la producción de leche de su mamá. La única manera de lograrlo es mamando casi sin descanso. Este brote dura alrededor de cuatro días hasta que el cuerpo de la mamá se acostumbra a la nueva demanda. Las tomas se tornan otra vez más espaciadas y tranquilas.

Al mes y medio de vida, nos encontramos con la segunda crisis de lactancia. El bebé precisa otra vez más leche, por lo que aumenta la demanda. Esta vez su comportamiento cambia al lactar, puede soltar el seno y agarrarlo nuevamente, ponerse tenso, llorar, arquear la espalda, mamar dando tirones y tensar las piernas.

En este episodio sucede un cambio en la composición de la leche que la vuelve más salada por un período transitorio. A algunos pequeños no les gusta y necesitan un tiempo para acostumbrarse. La crisis dura aproximadamente una semana hasta que el niño vuelve al patrón de lactancia habitual.

Mami, los momentos en los que se transita el brote de crecimiento son días intensos, por lo que es importante que le pidas ayuda a tu pareja y familia. Como las emociones se transmiten a través de la lactancia, respira profundo y trata de brindarle amor y tranquilidad a tu bebé. ¡Tú puedes!