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La dentición: mitos y realidades


Nos enfrentamos a muchos mitos, cuando hablamos de la dentición de nuestros niños.

Los dientes de leche empiezan a brotar normalmente a partir de los 6 meses de edad, en algunos encontramos diferencias con respecto a la edad, pero lo importante es que no se retrase más allá de los 12 a 14 meses.

Se ha visto que la inflamación local en el sitio de erupción del diente, en ocasiones puede aumentar la temperatura corporal, presentando febrícula (hasta 37,5 grados) pero no fiebre. Podrás encontrar en tu bebé características como: ansiedad, cambios de humor, necesidad constante de ser cargado y reacciones de miedo frente a estímulos inofensivos, esto secundario al dolor e incomodidad gingival, que puede hacer que los niños lleven a la boca con frecuencia, sus dedos y objetos contaminados, lo que puede ocasionar cuadros de diarrea.

Algunos padres relatan pérdida de apetito en el momento de la alimentación; ya que se puede comprimir la encía en el sitio local de erupción, lo cual ocasiona dolor. Notarás mayor salivación, la cual se observa frecuentemente entre los 6 y 15 meses de vida. En el momento en que está ocurriendo la erupción de los dientes, pero se ha visto que esta se produce por otros factores como: maduración de las glándulas salivales y cambios en la calidad de la saliva.

Muchos padres piensan que la salida de los dientes, pueden enfermar a sus niños, pero se ha establecido que la edad en que los dientes empiezan a salir, está relacionada con que los niños son más susceptibles a contraer infecciones y enfermedades, pero estas no son causadas por la erupción dental.

Se recomienda para el manejo de sus niños en este momento, dar bebidas y alimentos fríos, masajear suavemente en forma circular las encías con una gasa estéril o algún objeto frió y ofrecer mordedores, siempre teniendo precaución de no meterlos al congelador, ya que si se forma hielo, este puede quemar a tu hijo y se sentirá aún peor.

Si con estas recomendaciones no se proporciona alivio de los síntomas, se recomienda visitar al pediatra para evaluar el estado general de su hijo y determinar la necesidad de dar analgésicos vía oral. Recuerde que si el niño(a) está ante la presencia de fiebre, diarrea persistente o problemas respiratorios debes consultar.

Escrito por: Dra. Verónica Mera López.