La empatía: “ponerse en los zapatos del otro”
Publicado el: 25 noviembre, 2019
La empatía es ese valor en nuestro interior, que nos da la capacidad de entender, comprender, ayudar, apoyar y motivar a nuestros semejantes. Es sentir lo que el otro siente, es decir, “ponerse en los zapatos del otro”.
La empatía nos permite establecer buenas relaciones con las demás personas con facilidad y agrado, lo cual es importante; ya que dependemos de estas para alcanzar logros y mantener un equilibrio emocional. La empatía es una de las habilidades sociales más exitosas y es parte de los valores que se enseñan desde casa con el ejemplo de los padres, como son: el respeto, la tolerancia, la honestidad, la solidaridad, entre otros.
Una de las formas más potentes de expresar amor es la empatía. Entender a las personas implica escucharlas y ser compasivo con ellas.
No se debe confundir la empatía con la simpatía. Mientras la primera hace que identifiquemos y compartamos los mismos sentimientos o emociones del otro, la segunda es un sentimiento de afecto, acompañado de un comportamiento o de buenos deseos hacia el otro.
“Si hay un secreto del buen éxito reside en la capacidad para apreciar el punto de vista del prójimo y ver las cosas desde esa perspectiva así como del propio.” Henry Ford.
Hay diferentes tipos de empatía, la afectiva relacionada con nuestras respuestas sentimentales hacia el estado mental de otra persona, nos afectamos por el estado emocional de la otra persona. La empatía cognitiva, nos permite compartir puntos de vistas diferentes, nos ayuda a compartir creencias, otras ideas.
¿Por qué es importante enseñarles empatía a nuestros hijos?
Es importante desarrollar la empatía en los niños y niñas para un buen desarrollo personal, emocional, social y laboral.
Cuando un niño es empático, se relaciona mejor con los demás, tienden a ser menos agresivos, son capaces de comprender mejor sus sentimientos, expresarlos; favoreciendo su inteligencia emocional y por lo tanto tendrá mejores habilidades sociales que le permitirá lograr sus metas en la vida.
Los padres pueden hablar con sus hijos cada vez que se presente la oportunidad y hacerles ver lo que puede estar sintiendo la otra persona; es decir enseñarles a ponerse en los zapatos del otro.