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Mi hijo llora, sufre mucho cuando nos separamos


Por: Dra. María Teresa Agudelo

¡Cuando tenemos que regresar al trabajo y dejar a nuestro hijo, nos sentimos culpables! Aunque a menudo nos cuentan que nuestros hijos dejan de llorar a los pocos minutos de la despedida, igual nos sentimos tristes y no sabemos cómo manejarlo.

Para tranquilidad de los padres, les puedo decir que es un proceso normal del desarrollo y que generalmente con algunos trucos, preparación y tiempo, esta ansiedad de separación va desapareciendo.

Este comportamiento es llamado ¨La ansiedad de separación¨y se desarrolla después de que un niño adquiere una comprensión de la permanencia de un objeto. Una vez que el niño se da cuenta que realmente usted se ha ido (cuando lo hace), esto lo puede intranquilizar. Aunque algunos bebés muestran entendimiento de la permanencia de un objeto y ansiedad de separación desde los 4 a 5 meses de edad, la mayoría desarrollan una ansiedad de separación más concreta alrededor de los 9 meses.

Las separaciones son más difíciles cuando los niños tienen hambre, están cansados o están enfermos.

A medida que los niños desarrollan la independencia durante la infancia suelen ser aún más conscientes de las separaciones. Su comportamiento durante las separaciones será estrepitoso, ruidoso con lágrimas y difícil de controlar.

Alrededor de los 3 años ya comprenden el efecto de sus llantos y gritos sobre nosotros, no significa que no sientan estrés por la separación. Pero también empiezan a tratar de manipular a los padres. No cancele los planes, sea claro con las explicaciones y regrese en el tiempo que le dice que va a regresar. Muchas veces hay que explicarles el paso del tiempo con rutinas en la casa, un ejemplo puede ser: ¨cuando llegue tu hermana del colegio.¨

Aquí te damos algunas recomendaciones que te pueden ayudar.

  • la despedida debe ser siempre corta, no prolongar la transición, por ende la ansiedad
  • Intente establecer una rutina, haciendo las mismas cosas a la misma hora todos los días que tiene que dejarlo. El tener una rutina puede ayudarle a su niño a sentir menos angustia y al mismo tiempo permitirle ganar confianza en su independencia y confiar más en usted.
  •  Al separarse de su niño préstele toda su atención, amor y bríndele afecto. Luego, despídase rápidamente a pesar de sus trucos, artimañas y llanto para que usted se quede.
  • Cumpla su promesa. Usted le ayudará a cultivar confianza e independencia mientras el niño se siente seguro de que puede estar sin usted siempre y cuando usted cumpla su promesa de regresar.
  • Sea muy claro, al estilo de un niño. Cuando hable de su regreso, dele detalles específicos que el niño entienda. Si sabe que va a regresar a las 3:00 p.m., dígaselo a su hijo en términos que entienda, por ejemplo: “Regresaré después de hora de la siesta y antes de la merienda de la tarde.”
  • Practique la separación. Lleve a los niños a casa de la abuela, saque tiempo para que juegue con sus amigos, deje que sus familiares y amigos le cuiden al niño (aunque sea por una hora) durante el fin de semana. Antes de comenzar la guardería o el preescolar, practique o ensaye ir a la escuela y su rutina para la despedida mucho antes de que tengan que separarse. ¡Dele al niño la oportunidad de prepararse, vivir y prosperar en su ausencia!