Entrenamiento del baño
Publicado el: 26 marzo, 2018
Por: Jennifer Gómez Cadavid / Residente de Pediatría / Universidad ICESI-FVL
La edad preescolar, aquella comprendida entre los 2 y los 6 años de edad, es una etapa en la cual los niños adquieren mayor autonomía y mejoran sus capacidades motrices, lingüísticas y sociales. Uno de los mayores retos a esta edad, tanto para el niño como para los padres, es el control de los esfínteres (aprender cuando orinar y defecar.) El cual es una destreza social necesaria que permitirá un adecuado desenvolvimiento del niño, sin embargo, puede llegar a ser una de las etapas del desarrollo de mayor dificultad y frustración ocasionando daños en la autoestima del niño. Es por este que el entrenamiento del baño requiere de tiempo, comprensión y mucha paciencia.
El desarrollo del control de esfínteres no es algo que se produzca de un día para otro, si no, que son una serie de procesos complejos que se presentan durante el periodo comprendido entre los 18 y los 36 meses de edad.
La secuencia de adquisición del control vesical e intestinal en la mayoría de los niños es:
- Control de las heces nocturno.
- Control de las heces diurno.
- Control de la orina diurno.
- Control de orina nocturno.
Las guías de la Asociación Americana de Pediatría, en lo referente a este tema, se basan en el enfoque orientado al niño que consiste en no presionar al niño con el entrenamiento, e iniciarlo solo cuando este se encuentre listo. A los 24 meses de vida se considerará el inicio del entrenamiento previo a una valoración por el pediatra que indique que el niño ya se encuentra listo, ya que como decíamos anteriormente, es un proceso complejo que puede demorar varios meses (Gran parte de los niños no alcanzará el control diurno sino hasta los 36 meses y el nocturno hasta los 48 meses)
¿En qué consiste este método?
- Pedir al niño sentarse en la bacenilla mientras está completamente vestido, puede hacerlo cerca de los padres cuando estos usen el baño o colocarla en cualquier habitación con fines de que el niño se acostumbre a ella. También se puede sentar en cualquier momento que él lo desee y se puede leer un cuento mientras él se encuentra sentado.
- Después de 1-2 semanas se retirará el pañal y se sentará al niño, sin insistir en usarla.
- Durante el paso anterior cada pañal, después de ser retirado se colocará dentro de la bacenilla con ayuda del niño, explicándole siempre que es ahí donde deben ir las heces.
- Una vez el niño entienda, se llevará a la bacenilla varias veces al día.
- A medida que el niño adquiere mayor confianza se comenzará a retirar el pañal durante cortos lapsos de tiempo del día, ubicando la bacenilla en un lugar cercano y fácilmente accesible por el niño. En ocasiones se podrá recordar al niño de forma amable y cariñosa.
- Cuando se alcancen los pasos anteriores se iniciará el uso de pantalones de entrenamiento, enseñando como colocarlos y retirarlos.
La bacenilla es una herramienta que permite evaluar cuándo el niño está listo y/o tiene deseos de entrenarse:
- Puede ser colorida
- Puede colocarse en localizaciones convenientes
- Se debe fomentar que el niño la vea, toque y se familiarice con ella
- Motivar al niño a utilizarla
- Los padres pueden utilizar la imitación como herramienta importante para su introducción
Tips:
- Los padres pueden sincronizar las idas de práctica a la bacenilla en momentos específicos del día en que los movimientos (Urinarios/Intestinales) son más probables por ejemplo al despertarse o después de cada una de las comidas
- Elogiar al niño a medida que va superando cada etapa
- Cuando la relación se ve tensa, se suspenderá el entrenamiento y enfocarse en actividades que fomenten una mejor relación
- Haga que el niño lleve la ropa interior “para niños grandes”.
- Deje que el niño lo ayude a elegir la ropa interior.
- Elogie y abrace al niño cuando utilice el inodoro.
¿Qué hacer en caso de resistencia?
- Disminuya la presión para que use el baño.
- Evite discutir o negociar sobre el uso del baño.
- Explíquele que tiene que hacer pis y popo en el inodoro y que todo el mundo lo hace.
- Explique cómo se siente mucho mejor cuando él la ropa interior está limpia y seca.
- Después deje de hablar sobre el tema y no le recuerde acerca de usar el baño durante un mes.
- Haga que su niño cambie su ropa después de tener un accidente y mojarse.
- Concéntrese en mantener un horario regular para alimentación y ofrézcale gran cantidad de frutas, alimentos con alto contenido-de fibra y líquidos.
- Tenga paciencia.
Dificultades:
Vaciado del inodoro: ocasiona ansiedad por la desaparición de las heces. Para disminuirlo permitir que el niño deseche un pedazo de papel higiénico o jugar diciendo “adiós” al excremento
Regresión: durante el proceso es normal que exista regresión, lo cual es un momento temporal en el que se da un paso atrás hacia un lugar más confortable. En estos casos hay que buscar causas estresantes como nacimiento de un hermano, mudanza o cambio de escuela.