Crisis febriles
Publicado el: 5 abril, 2018
Por: Dr.Ruben Lasso / Pediatra intensivista
Las crisis febriles en los niños son eventos de características convulsivas (movimientos repetidos de partes o de todo el cuerpo ) que suceden en los niños que tienen entre 6 meses y 5 años de edad, con temperaturas superiores a los 38 grados centígrados y en donde se haya descartado un proceso infeccioso como causa de esta. Se presenta en 4 de cada 100 niños, debido a condiciones genéticas por antecedentes familiares de convulsiones febriles , e inmadurez del cerebro a edades tempranas de la vida. Tan solo 2 de cada 100 niños que presentan convulsiones febriles desarrollan epilepsia, haciendo de estas crisis eventos muy benignos. La elevación de la temperatura se puede presentar 24 horas antes o después del evento convulsivo , catalogándolas de igual manera como crisis convulsivas febriles.
Dependiendo de la edad de presentación, se deben descartar otros diagnósticos importantes, entendiendo que los niños más pequeños sobre todo los menores de 2 años, son más lábiles a procesos infecciosos a nivel del sistema nervioso central como lo es la meningitis la cual puede generar crisis convulsivas. Otras enfermedades a descartar dentro de las posibles causas de crisis convulsivas asociadas a fiebre, son los desequilibrios hídricos y de electrolitos secundarios a enfermedades gastrointestinales como las diarreas virales. Las crisis febriles se clasifican en simples o complejas teniendo en cuenta las siguientes características : duración del evento, número de eventos en 24 horas, antecedentes de convulsiones y el tipo de movimientos (crisis) del niño.
El primer grupo son las crisis convulsivas simples, las cuales son un 70% de todas las crisis febriles. Se caracterizan por durar menos de 15 minutos, solo un episodio en 24 horas, historia en la familia de convulsiones febriles pero No de epilepsia, y movimientos repetitivos de todo el cuerpo. De otro modo, las convulsiones febriles complejas se caracterizan por durar mas de 15 minutos, presentarse 2 o más episodios en un período de 24 horas, antecedente familiar de epilepsia, movimientos repetitivos de partes del cuerpo, como lo puede ser una mano, un brazo, una pierna, la boca, etc. Según la Organización Mundial de la Salud no hay una recomendación actual de tratamiento para las crisis febriles, salvo algunas consideraciones que el médico tratante determine sobre todo en las crisis de tipo complejo. A pesar de que las crisis convulsivas son un evento bastante angustiante para la familia, debe recordarse que son eventos “benignos” por así decirlos y a medida que crezca el niño la posibilidad de que ocurran va a ser cada vez menor.