Trucos para enseñarles gratitud a los niños
Publicado el: 21 septiembre, 2017
La gratitud puede ser enseñada. Y de la gratitud fluye la alegría.
- Hable de lo mejor de su día: encuentre tiempo todos los días para hablar de las cosas por las que está agradecido—quizás en la mesa a la hora de comer, antes de ir a dormir o mientras esté conduciendo su automóvil. Pregúnteles a sus niños, ¿Cuál fue la mejor parte de su día?
- Cuénteles a sus niños sobre su pasado: Cuáles son las historias de dificultad y perseverancia de su familia y los logros que se han alcanzado.
- Diga “Gracias”: enséñele a sus niños pequeños a dar las “gracias” como parte de una oración completa, por ejemplo: “gracias papá por preparar la cena”. Exhorte a sus niños en la edad escolar a que den las gracias durante el día, especialmente cuando usted les esté ayudando a alistarse para ir al colegio o cuando los lleva en su automóvil a sus actividades. Haga que les agradezcan a las personas que les ayudan, les sirven la mesa, le abren la puerta, etc.
- ¡Sorpréndalos! evite darles demasiadas opciones: las sorpresas ayudan a los niños a ver las cosas como un regalo, no como algo a lo que tienen derecho. Tener demasiadas opciones genera infelicidad—siempre se quedará pensando si puedo obtener algo mejor.
- Enséñele que “es mejor dar que recibir”: incluso los niños más pequeños pueden comprar o hacer regalos para otros: lleve a los niños pequeños a comprar el regalo de cumpleaños de un amigo o familiar, que participe sin necesidad de comprarles algo. Rételos a que elijan regalos para otros sin comprar nada para ellos mismos.
- Deje tiempo para hacer las labores del hogar: enséñeles desde pequeños ayudar en las labores de la casa. Cuando guarde sus juguetes, coloque su ropa en la canasta y no te olvides de darle las gracias por la ayuda.
- Sea un buen ejemplo: ¿Cuántas veces en el día usted dice “gracias”? ¿Les ha dicho a sus niños las cosas por las que está agradecida hoy? Nuestros niños nos están observando en todo momento durante el día. No podemos pedirles que sean agradecidos si nosotros no lo somos. Cuando llegue a casa, hable de los momentos felices de su día.
- Permítale a los niños más grandes cuidar de los pequeños: dejar que los niños más grandes se responsabilicen de los más pequeños. Los ayuden a vestir para el colegio, les ayuden en las tareas. Va a darle la oportunidad de empezar a entender y tener una actitud más agradecida hacia sus padres. Sus niños mayores adquieren confianza en sí mismos, un sentido de la responsabilidad y la relación que establecen con sus hermanos menores les durará toda la vida.
- Dé regalos empíricos (experiencia), no objetos o cosas: ¿Tiene demasiados juguetes?¿Qué tal dar de regalo un viaje al campo, un parque recreacional para compartir en familia. Los regalos empíricos construyen relaciones, no el materialismo.
- Supervise el consumo de televisión e Internet: a nuestros niños los bombardean con publicidad dirigida a su edad que no pueden entender o son muy jóvenes para resistir. Los medios de comunicación alimentan el materialismo, y puede hacer que se sientan insatisfechos o vacíos.