El hijo perfecto

Muchas veces como padres nos vemos frustrados ante la necesidad de poder otorgar a nuestros hijos todo lo que nosotros no logramos tener, buscando siempre que estén bien adaptados y sin problemas. En realidad, no existe un padre perfecto o un hijo perfecto.

Vamos a notar que nuestros hijos por más que deseamos que sigan un patrón, que pensemos que es el adecuado, pueden tener problemas de comportamiento, los cuales son comunes en la edad escolar y estos consumen una gran parte de nuestro tiempo como padres.

Entre algunos de los problemas que podemos ver en nuestros niños es el intentar evitar tareas, no cumplir órdenes simples, se puede presentar rivalidad entre hermanos y algunos niños pasan mucho tiempo viendo la televisión o con los videojuegos. En otros momentos podemos estar enfrentados a comportamientos difíciles de nuestros hijos o a un hijo que quiere mucha independencia o que no logra suficiente autonomía.

Como padres es normal sentirnos en ocasiones preocupados, confundidos, enojados, culpables o abrumados con el comportamiento de nuestro hijo. Esto es parte de ser padre, ya que como padres vamos creciendo y descubriendo en nuestros hijos cosas nuevas en cada etapa de su vida. Es inútil ser perfectos o criar hijos perfectos, los padres e hijos pueden cometer errores cuando se comunican o tratan de resolver problemas.

La mayoría de las madres y padres suelen tener muy buena intuición y conocen muy bien a sus hijos, no tengan temor en cometer errores, deben confiar en sí mismos como padres. Los niños y padres son fuertes, perdonan y suelen crecer y aprender de sus errores.

Los padres que viven para sus hijos, se ponen en una posición muy vulnerable que los predispone a una posible frustración y resentimiento. Los padres deben tener en cuenta que su función no puede estar basada solo en su hijo, los niños necesitan padres que tengan otras actividades que los hagan tener una buena imagen de sí mismos y otras fuentes de amor y cariño, necesitan también tiempo para el descanso.

Siempre piensen positivo, mantengan su sentido del humor, confíen en sus instintos y si notan que las cosas no están bien busque ayuda de manera temprana. Si bien ser padre es un gran reto, también es una de las mejores experiencias de la vida, pudiendo llegar a ser la más agradable y gratificante.