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Enfermedad diarreica


La enfermedad diarreica aguda o diarrea se define como la disminución de consistencia de las deposiciones (en forma líquida) con un aumento en el número de estas, de acuerdo a lo que se considera normal para un niño. Esta puede estar acompañada de otros síntomas como: fiebre, pérdida del apetito, náuseas o vómito y deshidratación. Usualmente, la diarrea dura menos de siete días y no más de catorce. Es importante mencionar que los bebés alimentados con lactancia materna pueden tener deposiciones pastosas un poco líquidas, sin que se trate de una patología.

La diarrea es una de las enfermedades más frecuentes en la infancia y es la segunda causa de muerte en niños menores de cinco años. Según la organización mundial de la salud, cada año se presentan 1700 millones de casos y ocasiona la muerte de 525.000 niños. Su importancia radica en que es una situación altamente prevenible y tratable. Con esto nos referimos a que una proporción significativa se puede prevenir, a través de medidas/tratamientos adecuados y básicos como la hidratación.

¿Cuáles son las causas?

La causa más frecuente de la diarrea es la exposición a alimentos o agua contaminada con virus como: el rotavirus, norovirus o adenovirus, entre otros, los cuales son altamente contagiosos y pueden producir brotes en los niños que asisten a jardines infantiles. El diagnóstico es principalmente clínico para definir el estado de hidratación del niño y no suele requerir de estudios adicionales.

Dentro de los factores de riesgo para presentar esta enfermedad se encuentran: niños entre los 6 y 11 meses de edad, ausencia de la lactancia materna, desnutrición, exposición al humo de cigarrillo, consumo de agua no potable, higiene inadecuada para preparar los alimentos, lavado de manos incorrecto y anemia.

Existen otras causas menos frecuentes como: las infecciones bacterianas/parasitarias y las alergias alimentarias, las cuales suelen producir síntomas más severos y durante tiempo más prolongado. Es por esto que se debe tener en cuenta los signos de alarma para determinar cuándo consultar al médico.

Signos de alarma:
• Evacuaciones muy frecuentes (más de 4 en una hora o 10 en un día).
• Vómitos frecuentes (más de 5 veces en las últimas 4 horas).
• Rechazo a la vía oral (bien sea porque no quiere beber, comer o no puede hacerlo).
• El niño(a) tiene sed más de lo común.
• Ojos hundidos (ojeras).
• Orina en poca cantidad.
• El niño hace deposiciones con sangre.
• Fiebre por encima de 39.5°C.
• El niño está muy irritable, débil o luce muy enfermo.

La deshidratación y la pérdida de líquidos son las principales causas de complicaciones por diarrea, sin embargo, la mayoría de los niños no están deshidratados y no presentan los signos de alarma anteriormente mencionados; por lo tanto, pueden tratarse en casa con un plan de hidratación adecuado, evitándose así el contagio enfermedades hospitalarias y la transmisión de la enfermedad a otros niños. Los
medicamentos como antieméticos, antidiarreicos y antibióticos generalmente no son necesarios y pueden tener efectos adversos serios sobre la salud de los niños.

Medidas claves para tratar las enfermedades diarreicas en casa:

  • Continúe con la lactancia materna.
  • Ofrézcale más líquido de lo habitual en alimentos como: sopas y jugos naturales.
  • Adminístrele sales de rehidratación oral a libre demanda; después de cada episodio de vómito o deposición.
  • No administre jugos azucarados o bebidas para deportistas.
  • Continúe con la alimentación habitual, ofreciéndole alimentos ricos en nutrientes y carbohidratos complejos como: yuca, plátano, papa, arroz, maíz, carnes magras, pescado y huevo (según la edad y las preferencias para prevenir la desnutrición). No se recomienda las dietas restrictivas.
  • Administre suplementos de zinc a todos los menos de 5 años; ya que estos reducen la severidad y la duración de los episodios de diarrea.

¿Cómo prevenir que nuestros niños se enfermen? 

  • Tome siempre agua potable, hervida, purificada o tratada con cloro.
  • Lávese las manos con jabón antes de tomar los alimentos, y antes y después de ir al baño.
  • Ofrezca lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis meses de vida.
  • Consuma alimentos bien cocidos y de reciente preparación.
  • Lave los vegetales, verduras y frutas con agua limpia y tratada antes de consumirlos.
  • Mantenga los alimentos bien tapados y no mezcle alimentos crudos con alimentos preparados.
  • Lave y desinfecte los utensilios de cocina usados por personas enfermas.
  • Vacune a sus hijos menores de 6 meses contra el rotavirus, la cual está incluida en el PAI.

Texto escrito por: Dra. Ana María López – Pediatra.