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Enfermedades infecciosas más frecuentes en niños


Antes de empezar, no olvide que:

  • Las infecciones en los niños en su mayoría son virales, por lo cual no se requiere el uso de antibióticos.
  • No se debe medir la temperatura del niño con la mano o cualquier otro método que no sea confiable, se debe utilizar solo el termómetro.
  • Se debe identificar los signos de alarma y acudir a urgencias solo cuando sea necesario.
  • Se debe brindar medicación al niño, únicamente cuando esta sea recomendada por el médico tratante (no automedicar).

Recomendaciones importantes:

  • Se habla de fiebre cuando la temperatura es mayor a 38ºC.
  • Para controlar la fiebre es recomendable bañar al niño con agua tibia durante 20 minutos y administrar acetaminofén, siempre bajo instrucción médica.
  • Realice monitoreo y seguimiento del niño, evalúe su temperatura mediante un termómetro, su estado de ánimo y comportamiento.
  • No utilice antibiótico sin prescripción.
  • Si el niño presenta diarrea o vómito, se debe ofrecer el suero inicialmente en cucharadas, cada 5 minutos.

Durante los primeros años, especialmente tras el ingreso al jardín infantil y el contacto con otros niños, podemos ver que los picos de infecciones, especialmente respiratorias y gastrointestinales se vuelven más comunes. Es muy importante que como padres reconozcamos qué tipo de infección puede estar presentando nuestro hijo, así como los signos de alarma para consultar a urgencias y el manejo sintomático que puede iniciarse ambulatoriamente.

Durante este capítulo trataremos brevemente dicho tema.

Hablaremos sobre las infecciones respiratorias, las cuales constituyen una de las principales causas de consulta al servicio de urgencias y una de las enfermedades que se presentan con mayor frecuencia en la infancia:

Infecciones respiratorias altas: son aquellas que afectan la nariz, tráquea y bronquios. Usualmente estas infecciones son virales, se autolimitan y no generan complicaciones importantes. Son más frecuentes en los niños que asisten a guardería.

  1. Rinofaringitis aguda (gripa o resfriado común): su causa es viral y el periodo de contagio va desde unas horas antes de la aparición de la enfermedad hasta 1 a 2 días después. Se sabe que los niños pueden presentar entre 5 a 8 infecciones al año y la mayoría se van a producir en los primeros 2 años de vida.

Los síntomas dependen de la edad del niño, usualmente entre los 3 meses a los 3 años puede presentar: fiebre, irritabilidad, inquietud y estornudos, posteriormente presentan obstrucción nasal y dificultad para la alimentación. Puede acompañarse también de vómito y diarrea. La fase febril puede durar horas o hasta 3 días.

Los niños mayores pueden presentar: malestar general, dolor muscular, tos, picos febriles y falta de apetito. El tratamiento es sintomático, es decir, todos los síntomas que presente el niño deben ser manejados de la siguiente manera:

  • Si tiene fiebre: administrar acetaminofén, según lo prescrito previamente por su médico (no administrar en niños alérgicos). Hay que recordar que el acetaminofén se debe administrar según el peso del niño, cada 4 a 6 horas.
  • Si se deshidrata: suministrar suero de rehidratación oral comercial, abundante agua y no suspender la lactancia materna.
  • Si hay obstrucción nasal: aplicar gotas nasales de suero fisiológico, primero en una fosa y luego en la otra.

2. Bronquiolitis: es una infección frecuente en los niños pequeños, usualmente dentro del primer año. Se produce inflamación de las vías aéreas inferiores por un virus, lo que genera obstrucción inflamatoria de las pequeñas vías aéreas generando sintomatología. Es la causa más frecuente de hospitalización de los lactantes, pudiendo ser una enfermedad potencialmente grave sobre todo en el recién nacido y en los primeros meses de vida si no se consulta oportunamente ante aparición de signos de alarma. Sus manifestaciones clínicas son: estornudos, mocos, tos, fiebre, dificultad para la alimentación y en ocasiones puede evolucionar la dificultad respiratoria (signos de alarma que se describirán más adelante). Si no hay signos de dificultad respiratoria se podrá dar manejo en casa con lavados nasales, acetaminofén (solo si hay fiebre o dolor) y abundante hidratación.

No está indicado el uso de antibióticos. Recuerde siempre que, en caso de signos de dificultad respiratoria y que el niño sea menor de 3 meses o menor de 6 meses con antecedente de prematurez, se deberá consultar.

Signos de alarma en bronquiolitis
  • Rechazo a la alimentación o intolerancia.
  • Cambios en el estado de conciencia (más dormido).
  • Movimiento rápido y brusco de las costillas (tirajes) y las fosas nasales (aleteo nasal).
  • Respiración muy rápida y superficial.
  • Todo menor de 3 meses o menor de 6 meses con antecedente de prematurez.
  • Antecedente de apneas.
  • Saturación de oxígeno < 92%.

3. Otitis media: es la infección más frecuente, luego de las infecciones de las vías respiratorias. Aparece usualmente en niños que cursan con infección respiratoria de vías superiores e inician con malestar general, fiebre, dolor de oídos o pérdida de la audición. En este caso, el diagnóstico debe hacerlo un médico; ya que el examen físico es clave para establecer su existencia y para tomar conducta/tratamiento a seguir. Usualmente, el manejo es con antibiótico por vía oral (este lo debe prescribir el pediatra tratante, nunca automedicar).

Escrito por: Dr. Álvaro Paredes y Dra. Maria Camila Pérez – Pediatras de la Fundación Valle del Lili.