Picaduras de insectos

Los niños están más expuestos a las picaduras de insectos,  ya que pasan más tiempo al aire libre, viéndose afectados por picaduras de mosquitos, pulgas, avispas o abejas, arañas, garrapatas y hormigas, entre otros. Cada una de estas puede tener características diferentes. La mayoría de las picaduras pueden no tener problemas, a no ser que tu niño presente una reacción alérgica a determinado insecto.

En el momento que se produce la picadura, se puede notar que tu hijo presenta rasquiña, dolor y/o enrojecimiento de la piel e hinchazón. Normalmente, toda esta reacción inflamatoria debe tender a bajar, no aumentar.

Cuando tu hijo  presente una picadura, es importante calmar la picazón, puedes usar solución de calamina; si la zona está inflamada, se puede aplicar frío local; si la hinchazón es mayor, se recomienda consultar para evaluar la necesidad de uso de antihistamínico, corticoide o antibiótico en caso de sobreinfección.

Hay que evitar que tu hijo se rasque, ya que esto puede aumentar los síntomas y en ocasiones producir sobreinfecciones. En caso que estos síntomas aumenten o se asocien a fiebre, dificultad respiratoria, dolor de cabeza, malestar general,  es importante acudir al servicio de urgencias.

Recomendaciones para prevenir picaduras de insectos:

• Utilizar ropa de color poco llamativa, evitar paseos en zonas húmedas; ya que esto podría atraer los insectos.
• Utilizar angeos (mallas) para las ventanas.
• Es importante usar repelente: recuerda comprar el adecuado según la edad de tu hijo. No aplique el repelente en manos ni pies por el riesgo que puedan chuparlas.
• Mantener la casa limpia y ordenada para evitar que los insectos se aniden.

Entre algunas recomendaciones de repelentes para mosquitos caseros están:

Crema hidratante con aceite de lavanda, velas de citronela,  el olor de la albahaca, eucalipto, café, mandarina  y clavo de olor.