support_agent
Asistente whatsapp
phone_in_talk Llamanos
phone Te llamamos
mail_outline Servicio al usuario
fact_check Especialidades

¿Sabes qué es un hemangioma?


Un hemangioma está formado por un conjunto de vasos sanguíneos que crecen de forma anómala en la piel de los niños pequeños o en los órganos internos.

Entre los factores de riesgo para su aparición se destacan: sexo femenino, etnia blanca, prematuridad, bajo peso al nacer (menos de 1.500 gramos), antecedentes familiares de hemangiomas y madre multípara (mujer que ha tenido más de un parto). Aun no se tiene claridad la causa, por lo que no existe ninguna forma de prevención.

Por lo general, los hemangiomas no se ven en el momento del nacimiento, sino que aparecen en las primeras semanas de vida como una mancha abultada de color rojo intenso. Estas pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo, pero son más frecuentes en la cara y el cuello, aumentan de tamaño rápidamente durante los primeros tres a cinco meses, luego, el crecimiento se va enlenteciendo hasta detenerse en torno a los 9 meses de edad y va desapareciendo espontáneamente. Su color cambia de rojo intenso a un rojo más apagado, con zonas grisáceas y se va aplanando. Este proceso es lento y suele durar entre cinco y diez años.

El hemangioma puede desaparecer por completo, pero en más de la mitad de los casos queda alguna marca, como una cicatriz o una zona de piel con un color y un tacto algo diferentes.

A veces, los hemangiomas se encuentran en una zona más profunda de la piel, y aparecen algo más tarde como un nódulo bajo la piel de color azulado. Estos no duelen ni causan ninguna molestia al niño.

La gran mayoría se diagnostican por su aspecto característico y no necesitan de ninguna prueba diagnóstica. Sin embargo, en algunos casos, según la localización y el número de hemangiomas se puede requerir imágenes como ecografía y resonancia magnética para valorar si están afectando órganos internos.

Tiene en general un buen pronóstico y estos desaparecen en su mayoría con el trascurso del tiempo. En algunos casos se pueden presentar complicaciones como: ulceración, sangrado, alteraciones en la función de algún órgano o consecuencias estéticas desfavorables.

La mayoría de los hemangiomas no necesitan tratamiento, pero es importante su seguimiento para evaluar cambios de color y textura en la piel; las lesiones grandes o que pueden poner en peligro la vida deben ser evaluadas por un equipo multidisciplinario de especialistas, entre ellos, cirujanos plásticos, dermatólogos, oftalmólogos, etc., según los órganos que estén comprometidos.

El tratamiento de los hemangiomas depende del tamaño, la ubicación y la gravedad de estos. Por lo general, no se recomienda el tratamiento de los hemangiomas pequeños o no invasivos, ya que estos involucionaran por sí solos. Sin embargo, es posible que los hemangiomas que causan problemas como: hemorragias, dificultades respiratorias o para la alimentación, alteraciones en el crecimiento o problemas en la visión, requieran una intervención médica o quirúrgica.