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¿Sabías que los niños pueden tener una infección urinaria?


Según la doctora Sandra Patricia Concha, la infección de las vías urinarias (IVU) es una patología muy común en los niños pequeños. Sus síntomas no siempre son claros para el padre o para el pediatra, por lo que muchas veces pasa desapercibida. Por lo general afecta la vejiga y las vías urinarias, pero puede llegar hasta los riñones. Según el lugar donde se produzca, así mismo recibirá un nombre: la uretra (uretritis), vejiga (cistitis) y los riñones (pielonefritis).

La orina normal no tiene gérmenes, las bacterias pueden entrar en las vías urinarias desde la piel que está alrededor del recto, los genitales y el torrente sanguíneo que viene desde otras partes del cuerpo.

Las infecciones de las vías urinarias son más comunes en los niños menores de un año y a partir de los 3 años se presentan con mayor frecuencia en las niñas, ya que sus uretras son más cortas y los gérmenes de los intestinos a través de las heces pueden acceder fácilmente a la vejiga por esta vía.

Las infecciones de orina las cuales suelen ser provocadas por una causa bacteriana, la más común es la bacteria Escherichia coli que provoca inflamación importante en esta zona. Algunos factores predisponentes incluyen el reflujo vesicoureteral (la orina se devuelve hacia los uréteres y los riñones, causando infección al poco tiempo), mala higiene en el cambio de los pañales o a la hora de ir al baño, uso de prendas de vestir muy ajustadas o retener demasiado tiempo la orina en la vejiga.

Síntomas que pueden presentar:

  • Dolor o ardor para orinar.
  • Necesidad de orinar con mayor frecuencia o dificultad para que la orina salga.
  • Vómito o inapetencia.
  • Dolor abdominal.
  • Dolor en la espalda.
  • Orina con mal olor.
  • Orina turbia o con sangre.
  • Irritabilidad inexplicable y persistente en el bebé.
  • Crecimiento deficiente en el bebé.

En los niños pequeños, los síntomas pueden variar mucho e incluso no aparecer. Por lo general los pequeños presentan fiebre alta, falta de apetito e irritabilidad acompañados o no de cambios en la orina.

Para diagnosticar una infección urinaria se necesita una muestra de orina, que puede llegar a ser complicado de recoger en los niños que aun usan pañal. En estos casos puede emplearse una sonda vesical para tomar la muestra. En los niños mayores es más fácil tomar una muestra de micción espontánea, previa limpieza de sus genitales. De esta muestra de orina debe realizarse un cultivo para identificar el germen causante.

Tratamiento: las IVU se tratan con antibióticos, cuya elección dependerá de la edad del niño, su estado general y la intensidad de la infección.  Es importante que los reciba en forma rápida para evitar que la infección llegue hasta los riñones. Los recién nacidos pueden requerir hospitalización y recibir los antibióticos por vía intravenosas. Los niños mayores podrán ser tratados con antibiótico oral, siempre y cuando la tolerancia a la vía oral sea adecuada. Es importante administrarlos el tiempo recetado por el pediatra. En la mayoría de los casos la infección remite entre los 7 a 10 días con el tratamiento adecuado y sin mayores complicaciones.

Las infecciones urinarias, deben tratarse adecuadamente y de inmediato para eliminar la infección, evitar que se propague la infección a nivel sistémico y para detener los posibles daños a nivel renal.

Algunas recomendaciones son:

  • Las niñas deben limpiarse de adelante hacia atrás después de defecar.
  • Consumo adecuado de agua para lavar la vejiga.
  • Usar ropa interior de algodón/evitar pantalones muy ajustados.
  • Evitar los baños de espuma, jabones perfumados y otras sustancias que puedan irritar los genitales y la uretra.
  • Después de nadar debe cambiarse la ropa mojada por ropa seca inmediatamente.
  • Evite que el niño retenga demasiado las ganas de orinar.

Recuerde: un niño o niña que haya sido diagnosticado de IVU debe ser controlado periódicamente por un pediatra, debido al riesgo de repetirse en los meses siguientes, a la posible existencia de alteraciones estructurales o funcionales en el sistema renal y a la posibilidad de tener secuelas.