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Baúl de los juegos: recordar es vivir


Hoy se abre el Baúl de los juegos y refrescaremos la memoria con algunos juegos que fueron nuestra diversión de niños a los que hoy somos padres.

En los barrios de las ciudades colombianas, todas las tardes después de la escuela, solíamos juntarnos con los amigos de la “cuadra” a pasar horas corriendo en algunos casos, adivinando en otros o simplemente riéndonos y desarrollando nuestras habilidades mentales y físicas con actividades con las que crecimos y llenan nuestra mente de recuerdos memorables de infancia.

Golosa o Rayuela: uno de los más tradicionales, se requería mucha habilidad y destreza para conseguir el objetivo llegar al “cielo”.

Yo-yo: la vuelta al mundo, el columpio; son algunas de las figuras que podías hacer si eras hábil con este juguete muy divertido y top número uno en su época, hasta campeonatos de yo-yo se realizaban.

Ponchado: ¡A correr se dijo! con este juego donde había que pasar de base en base (en su mayoría postes o árboles) evitando ser “ponchado” por una pelota, aquí la velocidad y el momento indicado para correr eran claves para evitar ser castigado al final.

Stop: sí stop, aquí tus clases de ortografía, geografía y biología eran primordiales para ser un campeón en este juego, la rapidez mental y para escribir, nombres, apellidos, ciudades, frutas, cosas, etc… fundamentales para ser el primero en gritar ¡STOP!

Escondite: cuenta hasta 10 y empieza a buscar tus amigos, aquí recordamos una frase no muy querida por quien buscaba a los escondidos ” 1-2-3 ¡Por mí y por todos mis amigos!” ¿La recuerdan?

Hemos mencionado algunos pero eran muchos los juegos en los cuales aprendimos a compartir, correr, reír y ser muy felices hasta que escuchábamos el llamado de mamá o papá ya para volver a casa, era la hora de comer o dormir.

“Recordar es vivir”, les recomendamos este tema de conversación con sus hijos que hoy tienen otro tipo de entretenciones y porque no, jugar en familia aquello que nos marcó positivamente nuestra niñez.

“Si llevas tu infancia contigo, nunca envejecerás”. (Tom Stoppard).