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¿Cómo puedes cuidar los riñones de tus hijos?


Escrito por: 

Dra. Vanessa Ochoa – Nefróloga Pediatra de la Fundación Valle del Lili.

Las infecciones urinarias son la causa más común de las infecciones bacterianas en niños y se pueden presentar en aquellos con vía urinaria normal o con alguna anormalidad. Nos preocupa cuando se presenta tanto por los síntomas que sufren en el momento agudo de la infección, que pueden variar según la edad, así como por las complicaciones que se pueden presentar, por ejemplo, el caso de niños que presentan fiebre y compromiso de su estado general en donde hay más riesgo de desarrollar una infección de vía urinaria alta, pielonefritis o cicatrices renales asociadas a ella, las cuales pueden afectar en el tiempo, la funcionalidad de cada uno de los riñones. Lo más importante como en toda enfermedad es la prevención y en el caso de infección urinaria existen prácticas diarias en nuestros niños que pueden establecerse como rutina para evitarla.

En los recién nacidos y lactantes menores de 6 meses, la infección urinaria se presenta más en niños donde hay mayor riesgo de infección complicada. La incidencia en esta edad es más alta, siendo hasta un 5% y disminuye hasta los 6 años a un 2%. Lo contrario pasa en las niñas, donde es poco frecuente en los primeros años con aumento en su incidencia hasta de un 11 % a los 6 años. Como nefrólogos pediatras se espera que, si la vía urinaria está normal no debería presentarse otra infección urinaria. Sin embargo, los factores anatómicos, hábitos de vaciamiento de la orina o al momento de ir al baño, el estreñimiento y otros factores, pueden contribuir a un riesgo elevado de reinfección. Si su hijo tiene infecciones urinarias recurrentes (dos, tres o más infecciones) debe estar en seguimiento estricto por el especialista de las vías urinarias.

Por otro lado, los síntomas varían según la edad del niño. Hay que tener en cuenta que, en los recién nacidos y lactantes menores de 1 año, pueden ser inespecíficos: fiebre, irritabilidad, decaimiento, vómito, rechazo en la alimentación o cambios en las deposiciones. En los niños mayores ya se pueden presentar, a parte de la fiebre y síntomas generales, manifestaciones propias de la vía urinaria, cambios en la orina, orinas más oscuras y de olor fuerte, deseo de orinar con frecuencia, dolor o ardor para orinar, dolor en la parte inferior del abdomen o dolor referido hacia los genitales. A pesar de tener unos síntomas claros, siempre se debe tomar un examen de orina completo para realizar el diagnóstico oportuno.

La muestra debe ser recolectada de forma adecuada para obtener resultados confiables y lo menos traumática posible. La recolección con bolsa puede generar hasta un 50% de posibilidad de contaminación, sin embargo, si somos bastantes cuidadosos con la higiene de los genitales previa al examen, se puede realizar de esta manera y sería de gran utilidad para descartar alguna anormalidad. A veces por la edad es difícil recoger la muestra y en este caso tendremos que recurrir a pasar una sonda por la uretra para extraer la orina. En estos casos la muestra es mucho más confiable para hacer el diagnóstico.

Un niño con bacterias en la orina, pero sin síntomas no tiene una infección urinaria, puede ser una bacteriuria asintomática que se presenta frecuentemente en pacientes que tienen compromiso de su vejiga con disfunción vesical, asociado a defectos de la columna o anormalidades de su vía urinaria y en estos casos se indica una toma de examen por punción suprapúbica y habitualmente no requiere de ningún tratamiento.

¿Qué factores se pueden manejar para evitar infecciones urinarias o recurrencia de las mismas?

Problemas en la vejiga o intestinos

La mayoría de los niños presentan hábitos para orinar inadecuados: retienen la orina demasiado tiempo, no se relajan completamente cuando orinan o no vacían completamente la vejiga; muchas veces son esos niños que entran y salen corriendo del baño. Esto asociado a la poca ingesta de agua y el estreñimiento, puede aumentar más el riesgo para una infección. Orinar frecuentemente ayuda a prevenir que las bacterias se desarrollen en la vejiga. La bacteria que más frecuente causa infección urinaria (E. Coli) está en nuestro sistema gastrointestinal; en las niñas y con disfunción intestinal es más frecuente que esta bacteria llegue hasta la uretra y genere el riesgo de infección.

Anormalidades en las vías urinarias

Los niños que presentan su primer episodio de infección urinaria antes del año o 2 años, debe evaluarse con una ecografía de vías urinarias, incluyendo su vejiga para detectar alguna anormalidad que pueda contribuir al desarrollo de ella. Dependiendo del resultado de la ecografía, se debe evaluar la posibilidad de otra causa de infección de orina como el reflujo de orina y realizar un seguimiento con el especialista.

Es importante siempre evaluar de manera integral cuando un niño se presenta con una infección de la vía urinaria.  Las infecciones repetidas provocan cicatrices o daños en los riñones a largo plazo. La salud de los riñones de los niños depende del acompañamiento de los padres, en el día a día en todas las rutinas que implican el vaciamiento de orina y de la materia fecal, en la suficiente ingesta de agua y alimentos saludables para evitar el estreñimiento.

¿Cómo puedes cuidar los riñones de tus hijos?

  • Fomente la actividad física.
  • Realice controles periódicamente con el pediatra.
  • Evite el consumo excesivo de sal.
  • Incentive el consumo de alimentos saludables (verduras, frutas, leguminosas), evitando las comidas chatarras.
  • Ofrezca una adecuada cantidad de líquidos saludables.
  • Brinde únicamente los medicamentos formulados por el pediatra.