Deporte en familia
Publicado el: 26 junio, 2019
En una sociedad tan ocupada como en la que vivimos, donde nuestra atención se centra en el trabajo y las nuevas tecnologías, resulta complicado sacar tiempo libre para dedicarnos a nosotros mismos y a nuestra familia. Inculcar estos hábitos a los más pequeños de la casa es de suma importancia.
Una de las grandes herramientas que utiliza el ser humano para aprender es la observación, por esta razón ser activos y preocuparnos por nuestro bienestar debe promoverse desde los padres hasta los hijos. Así, mediante la observación y la práctica, los más jóvenes van integrando esos nuevos hábitos en su día a día y como consecuencia, aumenta de manera exponencial la posibilidad de que en su futuro como adultos traten de llevar una vida lo más sana y activa posible. De ahí la importancia de practicar algún deporte en familia preferiblemente al aire libre y que todos disfruten.
Si de manera individual hacer ejercicio ya tiene grandes beneficios (reduce la ansiedad y el estrés, mejora la concentración, previene el deterioro cognitivo, mejora la memoria, aumenta la capacidad de reacción, etc.), el hecho de realizarlo en familia los multiplica. Siendo los principales beneficios:
Mejora la comunicación: la familia pasa a ser tu equipo, y en todos los equipos se trabaja constantemente la comunicación entre los miembros, algo que no sólo mejora la manera de relacionarnos entre nosotros sino también de relacionarnos con el medio.
Nos ayuda a vivir el momento presente: es importante aprender a dirigir la atención en cada momento a lo que estamos haciendo. Desconectar de una tarea para conectar con otra hace que disfrutemos más y seamos más efectivos en todo lo que hacemos.
Aumenta el bienestar físico y psicológico: ser activos aumenta la sensación general de bienestar y felicidad gracias a la liberación de endorfinas entre otras hormonas (serotonina, dopamina).
Une a la familia: la diversión y la cooperación de todos los miembros hacen que se refuercen los lazos afectivos y aumenta la sensación de unidad familiar.
Educar en valores: la actividad física y el deporte son una gran herramienta para educar a nuestros hijos en valores (esfuerzo, constancia, motivación, trabajo en equipo, resiliencia, resolución de problemas, etc.).
Establece rutinas: una de las grandes enseñanzas que nos inculcan desde la escuela y desde nuestros hogares cuando somos pequeños son los hábitos y las rutinas. El deporte facilita este aprendizaje de manera divertida.
La práctica de cualquier actividad física o deporte se constituye, para todo el núcleo familiar, en una oportunidad de compartir, aprovechando momentos difíciles de lograr, dados los compromisos laborales y académicos de padres e hijos en la sociedad moderna.
Entre los beneficios de estas prácticas se cuentan la prevención de enfermedades, la interacción social de niños y adultos, y la ampliación de destrezas y habilidades en los pequeños, esenciales en sus procesos de formación integral. Así mismo, el ejercicio grupal no solo mejora la adherencia a la práctica del deporte, sino que reduce la deserción, cuando el mismo se practica de manera individual.
Con la recreación y la actividad física familiar, se abren procesos de socialización, de diversión, de comunicación asertiva y de desarrollo físico. La recreación nos permite socializar y comunicarnos en forma más efectiva. Sea cual sea el deporte o la actividad física que quiera compartir con sus hijos, lo importante es que toda la familia se integre y se divierta, allí es donde nace el ejemplo en la formación de rutinas saludables. Cuando realice actividad física con sus niños no rivalice o genere competencia entre ellos ni con ellos. Procure que estas jornadas de actividad física tengan continuidad y una frecuencia que permita formar rutinas.
Y recuerde: “No hay nada como compartir en familia, ahora póngase los tenis y a disfrutar”