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Como impulsar el desarrollo del cerebro de nuestros hijos


El desarrollo del cerebro de nuestro hijo es un proceso lento, que inicia después de la tercera semana de gestación y continúa hasta la edad adulta temprana (cuando cumplen 20 años).

Cuando el bebé nace, una gran parte de su desarrollo y progreso dependerá de las experiencias y estímulos que reciba de sus padres y cuidadores. La vida intrauterina (durante el embarazo) y los primeros doce meses de vida del bebé constituyen dos periodos especialmente importantes para lograr que nuestros hijos tengan un cerebro sano.

Durante el embarazo los factores ambientales como las infecciones (entre esas la rubeola, los toxoplasmosis, la sífilis), una mala nutrición por parte de la madre, con una falta de ingesta del ácido fólico, o el consumo de sustancias tóxicos como el alcohol y las drogas, pueden afectar negativamente el desarrollo de la estructura cerebral del niño, como por ejemplo su funcionamiento, haciendo que el niño posiblemente presente trastornos del neurodesarrollo, como son:

· Los trastornos del lenguaje, afectando la comunicación, socialización y el aprendizaje del niño.

· Los trastornó motores, presentando parálisis cerebral y retardo cognitivo.

En el segundo periodo, cuando el bebé nace, una gran parte de su desarrollo y progreso dependerá de las experiencias y estímulos que el niño reciba de sus padres y cuidadores.

Actualmente se conoce que las experiencias en el primer año de vida modulan la construcción de su cerebro. La privación temprana de estos estímulos o la falta de la presencia de los padres o cuidadores, al no interactuar con ellos y cubrir sus necesidades básicas y de afecto, tiene efectos negativos fuertes y duraderos en el cerebro de los niños.

¿Cómo se desarrolla el cerebro del niño?

Una buena parte del crecimiento cerebral de los niños tiene lugar antes de su nacimiento. En ese periodo se produce una abundante creación de neuronas, que son las células especializadas del cerebro y también se originan numerosas conexiones entre ellas, por medio de prolongaciones de las neuronas llamadas axones. Estas conexiones van formando las diferentes vías o caminos cerebrales y los diferentes sistemas del cerebro.

Durante la etapa prenatal también se inicia la llamada mielinización, que consiste en el cubrimiento de los axones por una proteína llamada mielina. Una vez cubierto el axón, la neurona puede alcanzar su funcionamiento completo y presentar una conducción rápida y eficiente de la información que reciben.

No obstante, cuando el bebé nace hay pocas áreas del cerebro que están maduras, con sus vías cubiertas de mielina. Por eso, aunque el bebé tiene todas las neuronas y estructuras necesarias, el funcionamiento del cerebro aún se considera inmaduro.

El bebé nace con los reflejos de supervivencia necesarios, como el reflejo de succión para la lactancia materna, el del centro respiratorio, el del llanto para comunicar sus molestias, e igualmente el del hambre, dolor y sueño. Pero con el tiempo es que irán madurando las diferentes áreas y por lo tanto funciones del bebé.

Una de las primeras áreas en madurar es la motora, por eso prontamente vemos al niño agarrar objetos, gatear y caminar. Casi al mismo tiempo inicia también la producción del lenguaje, haciendo posible que el niño, entre los 12 y 24 meses de vida, produzca sus primeras palabras y a los dos o tres años ya tenga un nivel de comprensión del lenguaje, entendiendo cuándo le das pequeñas órdenes y logrando expresar con palabras lo que no le gusta o no quiere.

En todos estos procesos los padres pueden ayudar a que sus hijos tengan un sano desarrollo, interactuando con ellos, hablándoles, jugando y respondiéndoles a sus primeros balbuceos.

¿Cómo ayudar al buen desarrolla el cerebro del niño?

Como madres podemos apoyar el saludable crecimiento del cerebro de nuestro hijo, siguiendo los subsecuentes consejos:

1– Procura tener una dieta saludable, que te aporte los nutrientes necesarios. Evita consumir alcohol, fumar cigarrillos y tomar medicamentos no formulados por tu médico.

2– Asiste periódicamente a tu control prenatal, donde el médico te indicará las vacunas que te ayudarán a prevenir ciertas enfermedades infecciosas. También te dirá cuáles vitaminas, como el ácido fólico, te ayudarán a prevenir algunos defectos graves del nacimiento, que afectan al cerebro o la columna.

3– Busca interactuar con tu bebé desde el nacimiento. Háblale, acarícialo, has contacto visual con él y respóndele a sus sonidos.

4– Léele. Se recomienda leerle al niño al menos 15 minutos al día, para aumentar su lenguaje, su capacidad comunicativa y por lo tanto su aprendizaje.

5– Juega con tu hijo. Existen estudios que han demostrado los beneficios del juego en los niños, que incluye la memoria, lenguaje, habilidades matemáticas tempranas, desarrollo social y control del pensamiento.

Dra. María Teresa Agudelo, Pediatra de la Fundación Valle de Lili