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La enfermedad de manos, pies y boca


 

La enfermedad de manos, pies y boca es una infección viral y común, que usualmente afecta a los bebés y a los niños menores de cinco años. Sin embargo, en algunas ocasiones, puede afectar a los niños de mayor edad.

Es causada por un virus que pertenece al género (grupo) Enterovirus que incluye polivirus, virus Coxsackie, virus ECHO y otros enterovirus.

Los primeros síntomas suelen ser:

  • Fiebre alta.
  • Pérdida del apetito.
  • Dolor de garganta.
  • Sensación de malestar.

Uno o dos días después de que haya comenzado la fiebre, pueden producirse llagas dolorosas en la boca (herpangina). Estas llagas suelen comenzar como puntos pequeños rojos, y luego se convierten en ampollas, que pueden ser dolorosas.

También, se presenta un brote tipo sarpullido  en la palma de las manos y planta de los pies, que en el transcurso de uno o dos días se convierte en manchitas rojas chatas, a veces, con ampollas. El sarpullido también puede aparecer en las rodillas, los codos, las nalgas o en el área genital.

Los niños pequeños, se pueden deshidratar si tienen ampollas dolorosas, que hacen que no reciban líquidos.

¿Cómo se contagia?

La enfermedad de manos, pies y boca generalmente es contagiosa durante la primera semana en la que la persona está enferma. A veces, puede seguir siendo contagiosa por varios días o semanas.

Se puede contagiar mediante las secreciones nasales, saliva, la tos y los estornudos de un niño infectado.

Por esta razón, siempre se debe mantener buenos hábitos de higiene como lavarse las manos frecuentemente, para minimizar las probabilidades de transmitir o contraer las infecciones.

Prevención

En la actualidad no existe una vacuna que proteja contra los virus que causan la enfermedad de manos, pies y boca.

Tratamiento

No hay un medicamento específico para esta enfermedad. El manejo está enfocado en  los síntomas como la fiebre y el dolor al tragar. Es importante tratar de  mantener hidratado al niño. Por lo tanto, se debe ofrecer líquidos frecuentemente y muchas veces se requiere el uso de enjuagues bucales con analgésicos, que adormecen la mucosa oral. Los líquidos fríos son mejor tolerados y recibidos.

También, se debe bajar la fiebre con medicamentos como el ibuprofeno y el acetaminofén (consultar dosis según el peso del niño).

Si el niño está muy sintomático, febril y no recibe líquidos orales, puede requerir de un aporte de líquidos por la vena, siendo necesario hospitalizarlo.

La mayoría de las personas que contraen la enfermedad de manos, pies y boca, tendrá un caso leve o no presentará ningún síntoma en absoluto. Sin embargo, una pequeña proporción de los casos puede ser más grave con meningitis viral.