Las axilas de los niños

Cuando nuestro niño comienza a padecer aromas fuertes en sus axilas nos preguntamos: ¿qué podemos hacer para solucionarlo?

Este es un tema que genera vergüenza en los pequeños que la padecen y en los padres que suelen esconder un inconveniente que es tan propio de la transición a la pubertad.

Las glándulas sudoríparas en las axilas permanecen sin desarrollarse hasta la pubertad, así el olor corporal no suele producirse en los niños. Si este se da antes de la pubertad y el baño frecuente no lo resuelve, se debe buscar la causa.

El consumo frecuente de alimentos olorosos como ajo, cebolla o curry pueden desarrollar mal olor corporal, evitar los alimentos grasos y aceitosos puede eliminar el problema. Hay ciertas enfermedades como la diabetes (produce un sudor y aliento con olor frutal o dulzón) o la pubertad precoz (niño con señales físicas y hormonales de pubertad en edad temprana) que pueden manifestarse con mal olor axilar.

Cuando un niño ingresa a la pubertad las hormonas estimulan el crecimiento de las glándulas en la piel, incluidas las de las axilas. Cuando las bacterias de la piel se mezclan con el sudor, el resultado es un olor desagradable.

La sudoración juega una función importante ya que nos ayuda a regular el calor de nuestro cuerpo, es importante que ayudemos a nuestros pequeños a identificar y controlar el mal olor para que no sean víctimas de burlas.

¿Qué puedes hacer para controlarlo?

1. Usa remedios caseros como bicarbonato, aplica un poco de este polvo, no hay necesidad de retirarlo. También puedes mezclar una cucharadita de bicarbonato con medio limón y aplicarlo en la axila dejamos actuar por unos minutos y luego enjuagamos solo con agua y luego volvemos a aplicar el bicarbonato mezclado con una pizca de crema humectante, este puede usarse en forma diaria. El bicarbonato con limón se puede hacer cada 8 días.
2. Evita los desodorantes que incluyan entre sus ingredientes aluminio y parabenos. Busca que tengan ingredientes naturales. Hoy en día se encuentra muchos productos ecológicos en el mercado que se adapta a la piel de los niños.
3. Utiliza ropa de algodón. Nada de fibras sintéticas, ni camisetas con dibujos plastificados que evitan que la piel pueda respirar.
4. Asegúrate que el niño mantenga una correcta higiene. Se debe duchar adecuadamente por lo menos una vez al día.

Si a pesar de todas nuestras recomendaciones aún no se controla el mal olor, la recomendación es que visites al pediatra.