¿Qué hacer cuando mi bebé llora?
Publicado el: 2 marzo, 2020
El llanto es la forma como el bebé se comunica, nos informa si tiene hambre, le duele algo, si tiene frío o calor, si está cansado y es una manera de liberar el estrés. Todavía existen creencias de las abuelas que “hay que dejar llorar al bebé” y expresan que “si se está cargando todo el tiempo se malcría”; sin embargo, según el psicólogo y psicoanalista Erik Erikson (1902 – 1994) quien escribió sobre el desarrollo psicosocial del niño, refiere que el primer año de vida es un periodo muy sensible para establecer el sentido de confianza con el mundo.
Cuando las necesidades de un bebé son satisfechas con afecto, abrigo, alimentación, se desarrolla un sentimiento de confianza básica. Si la madre responde a las necesidades del niño, el bebé aprende que el mundo es un lugar digno de confianza, se sentirá seguro y establecerá buenos vínculos afectivos.
Por otro lado, si las necesidades de un bebé son descartadas e ignoradas, el niño desarrollará un sentido de falta de confianza en las relaciones; tendrá la sensación de abandono, aislamiento, separación y confusión del mundo que lo rodea.
La mejor manera de manejar el llanto del bebé es atendiéndolo. Revisa si tiene el pañal mojado, pregúntale si tiene frío o tiene hambre. Si el bebé está “calientito”, seco y bien alimentado, pero nada funciona intente seguir los siguientes consejos:
- Acune al bebé, ya sea en una silla mecedora o en sus brazos mientras usted se balancea de un lado a otro.
- Acaricie suavemente su cabeza o dele palmaditas en la espalda o pecho.
- Arrópalo o envuélvalo cómodamente en una manta liviana.
- Háblale o cántale.
- Colóquele música suave.
- Camine con él entre sus brazos, en un paseador o coche.
- Paséelo en el auto (cerciórese de asegurarlo bien en el asiento de seguridad para niños).
- Haga ruido y vibración rítmica.
- Sáquele los gases para liberar cualquier burbuja de gas atrapada.
- Dele un baño tibio (la mayoría de bebés los disfrutan, pero no todos).
Recuerde que mientras más relajada esté la mamá, será más fácil dar consuelo a su hijo. Hasta los bebés más pequeños son sensibles a la tensión de su alrededor y reaccionan con llanto.
Si empieza a sentir que no puede manejar la situación, busque ayuda de otro familiar o un amigo. No solo le dará el alivio necesario, sino también una nueva cara que algunas veces puede calmar a su bebé cuando todos sus trucos se han agotado.
No importa lo impaciente o enojado que se sienta, no agite al bebé. Tenga en cuenta que sacudir fuerte a un bebé puede ocasionar ceguera, daño cerebral o la muerte.
Si eres mamá primeriza, no te preocupes, la madre aprende a reconocer las necesidades de su bebé rápidamente.